For your entertainment «Epílogo» {KyuHae/HaeKyu}

By KyuNaFish - 8:09 p.m.




VI: Epilogo


Dong Hai se acomoda los lentes y comienza a escribir rápidamente sobre una hoja blanca. En realidad no está anotando nada, solo traza líneas de diferente forma, tamaño y en distinto lugar, ni siquiera conserva un patrón a algo similar. Arranca la hoja y termina haciéndola añicos, luego suspira y hunde la cabeza entre sus piernas… algo anda mal, pesimamente mal.

—¡Concéntrate!

Se regaña a sí mismo y vuelve a reincorporarse; abre la libreta nuevamente y elige una nueva hoja en blanco para escribir. Realiza un par de respiraciones profundas y se mentaliza. Dentro de su revoltosa cabeza logra aparece la imagen del perfecto Shi Yuan; todo su cuerpo le antoja a Dong Hai ser un templo para perderse entre los más recónditos pasillos y fornicar un poco… sin embargo, pasa algo que ya es irremediable; entre más concentración ponga Dong Hai, entre más se esfuerce por crear su nueva lista, entre más quiera recordar lo delicioso que es Shi Yuan ante sus ojos, siempre hay otra bendita imagen que lo interrumpe, que corta de tajo su inspiración y que le arruina los planes, ¡Gui Xian lo persigue como maldición hasta en sus sueños!

«Gui Xian» es un tema que Dong Hai ya no soporta, tuvo que cambiar de carro pues le era inconcebible permanecer en un lugar donde se entregó a un muchacho desconocido y por el puro placer de saciar su calentura, ¿dónde quedaron esas cosas lindas de hacer el amor solo con el amor de tu vida? De hecho Dong Hai ahora piensa que seguir con la lista es una estupidez…, pero se siente aburrido, extraña terriblemente ver a Gui Xian, tocar a Gui Xian… besar a Gui Xian… Necesita pronto comenzar con Shi Yuan.

—¡Ah!

Dong Hai lanza un grito desesperado y se alborota los cabellos, recoge su tiradero y lo guarda todo en la mochila, se la acomoda en el hombro y desaparece por entre los árboles, va directo al estacionamiento, tal vez se dirige ya a su casa.
Gui Xian asoma por fin su cabeza cuando ve al pelinegro marcharse, hace ya dos semanas que lo cuida —acosa— para que no cometa una estupidez. El pelirrojo recuerda perfectamente cuando Dong Hai le dijo aquellas palabras que si al momento no representaron un gran problema, ahora no le permiten conciliar el sueño ni vivir en paz:

«Me pregunto si Shi Yuan será más complicado que tú».

Shi Yuan… Gui Xian ignora quién es el sujeto en cuestión pero eso no impide que desde ya lo odie. Se acicala y sacude su cabeza por si es que alguna traviesa basura proveniente de los arboles le cayó encima y emprende la marcha para ver a donde es que va Dong Hai. Lo sigue de lejos y muy bien escondido para que nadie lo vea. El pelinegro atraviesa a paso moderado la explana principal y sigue de largo; entonces no va al estacionamiento. Sube por las escaleras que hay a un lado de la piscina y avanza por el largo pasillo que se encuentra a su izquierda… ¡el gimnasio! Gui Xian echa a correr pues no tiene idea de que podría hacer Dong Hai en ese lugar y a estas horas.

Dong Hai se quita los lentes y los guarda dentro de su estuche, se acomoda el uniforme y pasa las manos por su cabello también, revisa el reloj de su muñeca y sonríe al saber que llegó a tiempo. Disminuye un poco la rapidez de sus pasos al ver como los integrantes del equipo de baloncesto pasan a su lado, todos llenos de sudor —que asco— pues es apenas que sus prácticas terminaron, camina más hasta que puede visualizar a la persona que fue a buscar.

—¡Hola! —Sonríe esplendorosamente y cierra los ojos coquetamente cuando lo hace.
—¿Dong Hai, que haces por aquí? —Shi Yuan se separa de sus demás camaradas y se queda un momento para escuchar lo que su compañero tiene para decirle—. ¡Hola! —Su sonrisa con hoyuelo incluido es extremadamente sexy y Dong Hai pierde el horizonte por un instante.
—Bueno, veras, sé que no somos muy cercanos pero de verdad necesito ayuda con un problema que tengo. —Dong Hai cambia su anterior semblante por uno lleno de preocupación.

Shi Yuan siempre se ha caracterizado por ser un atento caballero galante así que no pasa por alto el cambio de ánimos de aquél bajito bonito que tiene frente a él, se ve tan indefenso, —si claro, como no—.

—Si puedo ayudarte, lo haré con mucho gusto.
—Shi Yuan, yo… —Dong Hai mira el suelo apenado y con exagerada timidez. Está a punto de poner en marcha su elaborado plan—. Es que…

Una voz comienza a escucharse a los lejos, primero es un tenue murmullo que poco a poco evoluciona en algo mucho más parecido a un grito; Dong Hai trata por todos los medios bloquear aquel llamado y seguir con su escena pero es imposible.

—Te están buscando. —Le interrumpe Shi Yuan palmeándole el hombro—. Y al parecer tienen mucha urgencia por encontrarte.

Dong Hai apenas y logra asentir cuando siente como su mano es tomada con fuerza y después su cuerpo desplazado lejos de allí. Tan cerca pero tan lejos… Ya no sabe que es mayor: la impotencia o el coraje que le produce semejante escena realizada por el pelirrojo.

—¡¿Qué carajos te pasa?! —Reprocha una vez están parados en el estacionamiento y Dong Hai ha logrado soltarse del agarre del que era preso.
—Ya es muy tarde y lo correcto es que te vayas a casa.
—¿Eres idiota? Eso no es algo que tenga que importarte.

Dong Hai bufa y emprende marcha hacia donde sea que esté libre de Gui Xian, pero es detenido una vez más.

—Ve a casa.
—¿Por qué estás haciendo esto?

Gui Xian suspira irritado y se deja caer sobre el pavimento, pone la mochila sobre sus piernas y comienza a hurgar en ella desesperadamente, saca al final un pedazo de hoja en color azul que tiene una palabra justo en el medio:

«CORAZÓN»

Dice con letras mayúsculas y la palabra está escrita con algún tipo de plumón rojo y de punta gruesa. Dong Hai le arrebata el feo papel a Gui Xian y lo mira con el ceño fruncido.

—¿Esto qué?
—Se supone que eres un genio… —Masculla Gui Xian y se levanta—. Es mi lista.

Dong Hai ladea la cabeza y vuelve a observar el papel…:

—No comprendo, ¿un corazón? ¿Acaso eres algún tipo de psicópata… caníbal…?

Gui Xian lo observa indignado y le quita el papel rápidamente, lo vuelve a meter dentro de su mochila y acomoda la misma en su espalda.

—Quiero tu corazón, te quiero a ti.

Dong Hai da un paso para atrás: sorprendido. Gui Xian da un paso también pero hacia adelante, convencido de lo que está diciendo.

—Gui Xian, yo…

El pelinegro comienza a caminar en círculos alrededor del chico que se le acaba de declarar, porque eso es lo que sucedió, ¿no? Se detiene frente a él —y con el rostro a escasos centímetros del contrario…—:

—Consíguelo entonces. —Sentencia.

Gui Xian siente un pequeño roce sobre sus labios y antes de que pueda reaccionar correctamente, observa a Dong Hai mientras este corre hasta su auto y lo aborda, lo ve arrancar extremadamente rápido y sigue sin poder moverse de donde está… ¿de verdad pasó aquello?

Dong Hai llega a su casa y se avienta salvajemente sobre su colchón, tiene algún tipo de ansia extraña porque amanezca y tenga que volver a la universidad… allá donde estará Gui Xian. Todo el recuerdo le produce una sonrisa de niña tímida en el rostro y un montón de escalofríos por el cuerpo; tiene unas impresionantes ganas de gritar a todo pulmón.

Gui Xian no es muy distinto, rueda cual chiquilla entusiasmado por lo que acaba de hacer y canta como un borracho perdido cualquier canción de las que reproduce su iPod. Flota en el paraíso y se toca los labios rememorando la pequeña caricia que se le dio… si supiera que Dong Hai acaba de hacer lo mismo.

Mañana Gui Xian…

Mañana Dong Hai…

Mañana empieza el nuevo juego, que esta vez es para enamorar. 

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