Hurt II {Soukoku}

By KyuNaFish - 2:35 p.m.





Las vendas, esta vez demasiadas. Bastante más delgado y quizás un poco más pálido también, sin embargo, fuera de eso no hay otros cambios relevantes. Los ojos castaños rojizos siguen teniendo ese tinte de oscuridad y aburrimiento, mezclado con el engañoso brillo de fingida alegría que hace tiempo engañó a Chūya de manera formidable.

—¿Y bien? —Chūya lo mira inquisitivamente y a pesar de que tiene el ceño un poco fruncido, no explota en maldiciones o reclamos como Dazai imaginó, cosa que lo pone un poco nervioso porque no sabe cómo tratar con esa actitud—. Volviste a hacerlo, ¿verdad? A pesar de que me lo prometiste… —Una pausa corta—. Ah… es que ¿cuándo has cumplido una promesa, para empezar?

Dazai agacha la cabeza y esconde sus ojos, pero sigue sonriendo.

—Hice que tus dedos se mancharan de tinta.
—¿Para esto querías que volviera?
—¿Lo has dejado?
—No lo entiendo, sólo eres tú, tratando de morirte otra vez.
—Pensé que me traerías un presente, siempre he querido una Matrioshka.
—Siempre eres tú solamente…

Dazai se calla y aprieta con agarre flojo la mano de Chūya, tratando de limpiar la tinta de sus dedos inútilmente.

—Déjalo, —pide el pelirrojo.
—Déjalo. —Repite Dazai.

Pero obviamente, no se están refiriendo a lo mismo.

Chūya suspira y arranca con brusquedad su mano de la fría prisión hecha por los dedos de Dazai. No dice nada, ni siquiera le regala una última mirada. Simplemente, se va sin mirar atrás.

Es como un deja vu, pero no realmente. Por que sí sucedió y muchas veces; en el pasado, cuando Chūya le pidió que los dejara, a todos con los que lo engañaba y, en silencio, Dazai sólo le dio la espalda.

Pero viendo el lado positivo de las cosas, se siente como una pequeña redención. Está bien si Chūya lo desprecia, sería perfecto si pudiera odiarlo.

Así, cuando el punto final sea colocado...

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