Irresistible {ChanSoo}

By KyuNaFish - 11:01 p.m.





En el cine, cuando KyungSoo se aburría demasiado porque la película era una total pérdida de tiempo, o simplemente porque él siempre estaba aburrido, solía utilizar la pajilla de su bebida para picarle los ojos a ChanYeol cuando este más interesado en la pantalla estaba. El más alto lloriqueaba y tenía que correr a los sanitarios para revisar que nada grave le hubiera pasado… Eso a KyungSoo lo hacía sonreír.

En el trabajo, cuando KyungSoo estaba atiborrado de trabajo y no lo dejaban ni respirar, ChanYeol solía molestar con un sinfín de mensajes a su pareja aunque estuvieran a solo un cubículo de distancia. Era tal el acoso, que la bandeja de KyungSoo siempre sobrepasaba los mil mensajes en menos de diez minutos, ninguno de ellos siquiera importante. KyungSoo iba una raya más allá de «enfadado» y, cuando ChanYeol se levantaba por alguna razón de su lugar, aprovechaba para lanzarle grapas al rostro. En algunas ocasiones acertaba a tal grado, que ChanYeol tenía que ir al médico para que sanaran sus heridas; hasta ahora la más grave había sido por una que se le encajó en el labio… eso a KyungSoo lo hacía carcajearse hasta alcanzar un dolor de estómago.

En casa, cuando KyungSoo tenía hambre pero no ganas de levantarse y cocinar, era ChanYeol quien se arrastraba hasta la cocina e intentaba preparar algo comestible, aunque siempre era un fracaso: quemaba sartenes, tiraba la comida en el suelo, lo ensuciaba todo y culpaba al perro. KyungSoo al final, de todas formas, tenía que levantarse, hacer la comida, y de paso limpiar. Era fastidioso, tan fastidioso, que KyungSoo no podía simplemente controlarse y evitar correr detrás de ChanYeol cuchillo en mano. El mayor tenía que dejarse cortar o la persecución nunca terminaría… eso a KyungSoo lo hacía reír tan ampliamente, que sus ojos se cerraban casi por completo y sus perfectos dientes aparecían. 

En la cama, a la hora de hacer el amor, era cuando intercambiaban un poco los papeles. ChanYeol solía ser un salvaje, penetrando el pequeño cuerpo de su novio sin cuidado y provocándole sangrado interno cuando hacía tiempo que no dormían juntos; tampoco reparaba en que sus manos, fuertes y grandes, dejaban marcas moradas por donde sea que se paseaban. Sus besos eran rudos y las mordidas —que tanto amaba hacer— normalmente dejaban marcas que tardaban días en borrarse, o peor aún, hacía que KyungSoo sangrara de esa forma también. Los gritos y jadeos proferidos por KyungSoo cuando era lastimado, llevaban a ChanYeol al grado máximo de excitación.

No importaba, realmente.

Estaba bien, de verdad.

Porque cuando KyungSoo era lastimado, al siguiente día buscaría venganza. Hacer a ChanYeol sufrir era su meta en la vida.

Y eso a ChanYeol también lo tenía sin cuidado, porque sabía que su novio estaba un poco loco, y que él no se quedaba demasiado atrás. Eran el uno para el otro.

Enfermedad y enfermedad.


«La manera en la que me lastimas, es irresistible».

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